¿Cuánto contamina un coche? Emisiones de CO2 en coches

En primer lugar, antes de calcular cuánto contamina un coche, hay que plantearse a qué se hace referencia cuando se habla de contaminación.

La contaminación de los coches puede apuntar a la cantidad de emisiones que generará a lo largo de su vida útil o a la contaminación asociada a la fabricación del mismo.

Dependiendo del tipo de motorización, la huella ambiental puede variar y ser más notable en el momento de la fabricación o durante el transcurso de su vida útil.

Para analizar en detalle cada tipo de motorización hemos dividido el artículo en tres partes: motores convencionales, motores eléctricos y motores híbridos.

¿Cuánto contaminan los coches con motores convencionales?

Este tipo de motorizaciones son las que producen la mayor cantidad de emisiones de CO2 y así queda constatado según las pegatinas de la DGT, que aplican limitaciones y restricciones de circulación en la mayoría de este tipo de vehículos.

Durante toda la fase de producción de la carrocería e interiores la cantidad de contaminación asociada es muy similar a la de cualquier otro tipo de coche y, por tanto, parte en condiciones similares.

No obstante si hablamos de la fabricación del motor, se estima que la producción de un coche con motor tradicional contamina de media un 70% menos que la producción de un coche eléctrico.

Si únicamente nos centramos en las emisiones de gases nocivos para el medio ambiente, este tipo de motorización es la más contaminante. Sin embargo, observamos algunas diferencias entre la contaminación de los coches diésel y la contaminación de los coches gasolina.

Anteriormente, en este blog, ya hemos comentado las ventajas y desventajas de los coches diésel y gasolina, pero hoy nos centraremos exclusivamente en la cantidad de emisiones que genera cada tipo de combustible.

Cuanto contamina un coche
¿Cuánto contamina un coche con motor convencional?

Emisiones de los coches diésel

Los coches diésel en comparación con los coches gasolina generan una menor cantidad de emisiones CO2 pero una mayor cantidad de gases NOx (óxido nítrico y dióxido de nitrógeno), que también son muy contaminantes para el medio ambiente.

Para hacernos una idea de qué son este tipo de gases debemos tener en cuenta que las fuentes más comunes suelen ser los incendios forestales o la actividad volcánica.

Los gases NOx afectan al medio ambiente formando ozono en las capas más bajas de la atmósfera, lo que crea una niebla fotoquímica que contribuye al efecto invernadero.

De hecho, cuando se hace referencia a la lluvia ácida, especialmente en las ciudades, en gran parte se debe a este tipo de gases en suspensión.

La cantidad de emisiones de gases CO2 por kilómetro recorrido en el caso de los coches diésel es de 132 gramos de CO2, 11 gramos menos que los gasolina pero en el caso de las emisiones de gases NOx es de 0,50 g por kilómetro recorrido frente a los 0,15 g que producen los coches gasolina.

Emisiones coches gasolina

En el caso de los coches gasolina ocurre todo lo contrario: generan una mayor cantidad de emisiones CO2 que los coches diésel pero una menor cantidad de gases NOx.

El CO2 o dióxido de carbono es uno de los principales culpables del efecto invernadero, dado que crea una especie de manta de ozono que hace que se retenga más el calor dentro de la atmósfera.

Para hacerse a la idea, un coche que consuma 6 litros a los 100 estará produciendo 14352 gramos de CO2,  unos 143 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido, 11 gramos más que los coches diésel.

Por tanto, no hay una respuesta totalmente acertada a la pregunta de cuál es menos contaminante, ya que cada uno contamina de una manera diferente.

¿Cuánto contamina un coche eléctrico?
¿Cuánto contamina un coche eléctrico?

¿Cuánto contaminan los coches eléctricos?

Al contrario que ocurre con los coches diésel y gasolina, los coches eléctricos destacan por sus reducidos niveles de emisión de gases contaminantes.

No obstante, el proceso para generar la electricidad con la que se carga el motor no siempre tiene por qué ser renovable y sostenible y, por tanto, su huella ecológica no siempre será igual a cero.

La parte más contaminante de un coche eléctrico se encuentra durante el proceso de fabricación del propio automóvil.

¿Cuánto contamina fabricar un coche eléctrico?

Según los últimos estudios realizados por la marca de coches Volvo, producir un coche eléctrico es un 70% más contaminante que fabricar su versión gasolina. En cambio, con el paso del tiempo, un coche eléctrico será mucho menos contaminante por la reducida emisión de gases nocivos.

El principal motivo de que la producción de coches eléctricos sea tan contaminante se debe a las baterías.

De media, se estima que la fabricación de un coche eléctrico con batería de ión de litio añade 7 toneladas más de CO2 que la producción de un coche con motor convencional que contamina entre 12 y 14 toneladas y se utilizan materiales muy contaminantes para el medio ambiente.

Se estima que para compensar este aumento de emisiones CO2 durante la producción de un coche eléctrico, se necesita una media de 50.000 km recorridos. Es decir, a partir de esa distancia, el coche eléctrico estará contaminando menos que un coche con motor convencional.

 

¿Cuánto contaminan los coches híbridos?

En el caso de los coches híbridos se encuentran algunos datos sobre las principales ventajas y desventajas de los coches eléctricos e híbridos.

La producción de este tipo de coches, al necesitar una batería, es bastante más contaminante que la fabricación de un coche con motor convencional pero menos que la de un coche eléctrico, ya que portan baterías menos potentes.

Por otro lado, si hablamos de las emisiones, al alternar dos tipos diferentes de motores, las emisiones se reducen drásticamente, y aunque siguen siendo superiores a las de los coches eléctricos, son menos contaminantes que los coches diésel o gasolina.

Aunque ya existe un plan europeo para reducir la cantidad de contaminación producida por los coches, a día de hoy lo cierto es que no hay ninguna alternativa totalmente sostenible y se sigue dependiendo de las mejoras tecnológicas, especialmente en lo que se refiere a la producción de coches eléctricos menos contaminantes.

Coches de hidrógeno: ¿Serán el futuro?

Otra opción que está tomando protagonismo en el debate sobre la movilidad sostenible es el uso de coches de pila de combustible de hidrógeno.

Estos coches funcionan mediante una reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno del aire, que produce agua y electricidad para alimentar el motor del vehículo.

A diferencia de los coches eléctricos, los vehículos de hidrógeno pueden repostarse en minutos y ofrecen un rango de autonomía similar al de los coches de combustible fósil.

Aunque la producción de hidrógeno puede generar emisiones de CO2, hay formas de producir hidrógeno de manera más sostenible utilizando energía renovable.

En términos de emisiones, los coches de hidrógeno no emiten gases nocivos durante su operación. Sin embargo, la producción de hidrógeno y su almacenamiento pueden tener impactos ambientales si no se manejan de manera adecuada.

Según algunos estudios, la producción de un coche de hidrógeno genera unas 13 toneladas de CO2, lo que está en la misma línea que los vehículos con motor convencional, pero hay esfuerzos en curso para reducir estas cifras.

¿Cuánto contaminan los coches de hidrógeno?
¿Cuánto contaminan los coches de hidrógeno?

A medida que avanza la tecnología y aumenta la conciencia sobre el cambio climático, las alternativas para una movilidad más sostenible se vuelven más diversas y eficientes. Desde coches eléctricos hasta híbridos y vehículos de hidrógeno, tenemos más opciones que nunca para reducir nuestra huella de carbono. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer.

Es fundamental considerar no solo las emisiones generadas durante la vida útil de un vehículo, sino también las emisiones y los impactos ambientales relacionados con su fabricación y, en el caso de los coches eléctricos, la producción de electricidad.

Solo de esta forma podremos tener una imagen completa de la sostenibilidad de nuestras opciones de transporte.

A pesar de los desafíos, es alentador ver cómo están emergiendo soluciones más respetuosas con el medio ambiente. Con inversiones continuas en investigación y desarrollo, así como políticas que fomenten la adopción de tecnologías más limpias, estamos dando pasos hacia un futuro más sostenible en lo que respecta a la movilidad.

El compromiso individual para elegir alternativas más sostenibles, junto con la acción colectiva y el apoyo gubernamental, nos llevará hacia un sistema de transporte que sea beneficioso tanto para nosotros como para el planeta que llamamos hogar.