Consumo real de los coches, lista MILE21 de consumo

Aunque ya hemos hablado de los coches que menos consumen, en esta entrada nos centraremos en si realmente las marcas ofrecen datos fiables y verídicos sobre los consumos reales de sus coches en base a una nueva lista suministrada por la OCU llamada MILE21 que nos ofrece los datos de consumo reales de conductores de toda europa.

Con la nueva normativa WLTP se han endurecido las medidas para homologar los consumos y emisiones de las marcas, y aunque solo lleva un año en vigencia ya hemos podido apreciar algunas diferencias bastante notables entre los consumos reales y los consumos homologados por las casas oficiales.

En este artículo intentaremos ver las diferencias entre el consumo real de los coches y el consumo homologado que nos certifica la marca.

¿Qué diferencia hay entre consumo real y datos de consumo según la marca?

Como hemos comentado anteriormente, con la nueva normativa WLTP nos hemos dado cuenta que la media de consumo que nos ofrecen algunas marcas no se corresponde con la realidad.

Aunque el consumo de carburante depende en gran medida de nuestro tipo de conducción, lo cierto es que los primeros estudios del MILE21 concluyen que las medias de consumo real de los coches suelen estar hasta un 30% por encima de lo que nos dice la marca. 

Este fenómeno se debe a una serie de factores. En primer lugar, la normativa WLTP (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedure) fue implementada con el objetivo de proporcionar mediciones más precisas y realistas del consumo de combustible y las emisiones de los vehículos. Sin embargo, esta nueva normativa reveló una brecha significativa entre las cifras de consumo declaradas por los fabricantes y las cifras reales obtenidas en condiciones de conducción cotidianas.

La discrepancia entre los valores de consumo declarados y los valores reales se debe a varias razones. En muchos casos, los fabricantes optimizan las condiciones de prueba en laboratorio para obtener cifras de consumo más favorables. Estas pruebas suelen realizarse en condiciones ideales y controladas, con poca resistencia al viento, temperatura constante y sin accesorios que consuman energía, como el aire acondicionado.

Además, los fabricantes a menudo utilizan técnicas de optimización y tecnologías específicas para las pruebas de laboratorio, como neumáticos de baja resistencia a la rodadura o programas de cambio de marchas automáticos. Estas técnicas pueden no reflejar el uso real del vehículo en condiciones de conducción diaria, donde los conductores pueden encontrarse con tráfico, condiciones climáticas variables y estilos de conducción individualizados.

El estudio MILE21, que se llevó a cabo para evaluar el consumo real de los vehículos en condiciones de conducción reales, reveló que la diferencia entre los valores de consumo declarados y los valores reales es en promedio del 30%. Esto significa que los conductores pueden encontrarse consumiendo hasta un 30% más de combustible de lo que se les prometió en los datos oficiales del fabricante.

Es importante tener en cuenta que el consumo de carburante puede variar considerablemente dependiendo del estilo de conducción individual, las condiciones del tráfico y el tipo de recorrido realizado. Sin embargo, la brecha entre las cifras oficiales y las reales resalta la necesidad de una mayor transparencia y precisión en la información proporcionada por los fabricantes de automóviles.

Consumo homologado de los coches

Cuando hablamos del consumo homologado o consumo oficial según el fabricante, nos referimos a la media de litros qué consume nuestro vehículo al recorrer 100 km en situaciones normales.

Esta media no está muy clara como la miden las diferentes marcas ya que por todos es sabido que los coches consumen diferente dependiendo de si realizamos trayectos en ciudad o carretera. 

Acelerar, frenar o el desnivel de la carretera pueden ser factores determinantes a la hora de calcular el consumo real de nuestros coches, por lo que podemos intuir que las marcas analizan el rendimiento de sus modelos en circunstancias muy favorables para reducir el consumo de carburante.

Además de los factores mencionados anteriormente, como el estilo de conducción individual y las condiciones del tráfico, hay otros elementos que pueden influir en el consumo real de combustible de un vehículo.

En primer lugar, la aceleración y el frenado bruscos pueden aumentar significativamente el consumo de carburante. Un estilo de conducción agresivo con aceleraciones rápidas y frenadas bruscas implica un mayor esfuerzo del motor y un consumo de combustible más alto. Por otro lado, una conducción más suave y anticipativa, evitando aceleraciones y frenadas bruscas, puede ayudar a reducir el consumo de combustible de manera notable.

Asimismo, otros factores como las condiciones climáticas (viento, temperatura, humedad) y el tipo de recorrido (urbano, interurbano, autopista) pueden afectar el consumo de combustible. Por ejemplo, conducir contra el viento puede aumentar la resistencia aerodinámica y, por lo tanto, el consumo de combustible. Del mismo modo, las temperaturas extremas, ya sean altas o bajas, pueden requerir un mayor esfuerzo del motor y afectar negativamente la eficiencia de combustible.

Consumo real de los coches ¿Cómo calcular el consumo real?

El consumo real de nuestro coche a menudo podemos encontrarlo en nuestro salpicadero y se calcula haciendo una media del consumo de litros por cada 100 km, como hemos comentado anteriormente hay diversos factores que pueden afectar a esta media, pero en general y cuanto más usemos nuestro coche podremos conseguir una media de consumo que se aproxime bastante a la realidad.

¿Cuánto consume realmente un coche?
¿Cuánto consume realmente un coche?

¿Qué marcas mienten en los consumos reales del coche?

Aunque no tendríamos ningún problema en señalar a ninguna de las marcas que mienten a la hora de declarar el consumo homologado de sus modelos, lo cierto es que la gran mayoría suelen hacerlo.

Los últimos estudios realizados en base a la nueva normativa WLTP y los datos recogidos por la base MILE21, acreditan qué más del 80% de los coches superan en un 30% el consumo homologado en la ficha técnica, incluso en algunos casos puede llegar a dispararse hasta el 50%.

Está diferencia en los consumos no sólo nos afecta en el bolsillo a la hora de reponer carburante, las emisiones pueden llegar a incrementarse bastante en base a la cantidad de combustible extra que nos marca el consumo real de nuestro coche.

Para evitar situaciones como esta se ha creado la normativa europea WLTP que lleva en vigor desde el 2020 y aunque ha mejorado bastante la fiabilidad de medias de consumo y emisiones, se estima que los datos de las fichas técnicas todavía no serán 100% fiables hasta mínimo el año 2023.

La UE se ha comprometido a que las marcas de coches sean lo más transparentes posibles a la hora de certificar los datos de consumo reales y la cantidad de emisiones que generan, endureciendo las pruebas de homologación e incrementando las sanciones por malas prácticas.

¿Qué es la base MILE21? Consumo real de coches

Los consumidores ya están cansados de ser engañados por las marcas y han creado una base de datos colaborativa llamada MILE21.

Está base de datos debe su nombre a la frase en inglés “More Information Less Emissions, Empowering Consumers for a Greener 21st Century”, qué traducida al español significa: “Más información, menos emisiones, capacitando a los consumidores para un siglo XXI más ecológico “.

En esta base de datos colaborativa todos los consumidores pueden escribir los datos de consumo real de combustible de sus vehículos para poder compararla con los consumos homologados por las marcas.

Con este listado se pretende ayudar a otros conductores a elegir de la manera más objetiva el vehículo que desean conducir. 

Se trata de un proyecto europeo financiado por la UE en el que España participa mediante la OCU junto a otras universidades y entidades colaboradoras.

En España podemos acceder a ella para consultar y arrojar datos desde octubre de 2020, con datos continuamente actualizados por otros conductores europeos.

Impacto ambiental y económico del consumo real de los coches


El consumo real de los coches no solo tiene un impacto directo en el bolsillo de los consumidores, sino que también juega un papel crucial en el medio ambiente y la economía global. La discrepancia entre el consumo homologado y el consumo real no solo cuestiona la transparencia y la honestidad de la industria automotriz, sino que también resalta la urgencia de adoptar tecnologías más limpias y eficientes.


El coste medioambiental de las discrepancias en el consumo real vs homologado


El aumento en el consumo de combustible no solo significa un mayor gasto para los conductores, sino que también conlleva una mayor emisión de gases de efecto invernadero, contribuyendo así al cambio climático.

Las emisiones adicionales generadas por esta brecha en el consumo afectan la calidad del aire que respiramos, teniendo un impacto directo en la salud pública y el medio ambiente. La necesidad de reducir las emisiones de CO2 es más apremiante que nunca, la industria automovilística juega un papel esencial en este esfuerzo global y cada vez hay más conductores que se plantean cuáles son los coches que menos contaminan.