¿Qué es un coche híbrido? Tipos de híbridos

Un coche híbrido es un coche impulsado por dos motores diferenes, uno eléctrico y otro de combustión, generalmente de gasolina.

Este tipo de vehículos utiliza de manera alterna ambos métodos de propulsión para conseguir un desplazamiento, en principio, más económico, eficiente y sostenible.

 

Tipos de coches hibridos
Tipos de coches híbridos que encontramos en el mercado.

 

En otros artículos ya hemos analizado si realmente son rentables los coches híbridos, en este, hablaremos sobre los tipos de coches híbridos que hay en el mercado, explicaremos brevemente su historia y mencionaremos algunas ventajas y desventajas de los diferentes tipos de coches híbridos.

 

Historia de los coches híbridos

 

Aunque los coches híbridos parecen un invento relativamente reciente que están cobrando fuerza durante los últimos años, debemos remontarnos a finales de los años 60 para conocer el primer prototipo de este método de propulsión.

En 1969, General Motors presenta por primera vez, un prototipo de coche híbrido, el XP512, también disponible con motor eléctrico y gasolina.

En un primer lugar no eran coches pensados para el consumo masivo, se trataba de un alarde de su poder tecnológico por parte de la marca.

El primer problema con el que se topó este tipo de vehículos fueron las baterías con unas prestaciones muy bajas y pocos kilómetros de autonomía.

A principios de los años 70, en EEUU aparece la normativa Clean Air Act que se propone reducir las emisiones en un 95%, algo muy alejado de la realidad.

Esta normativa, junto con la crisis del pétroleo en 1973, puso en sobreaviso a las marcas en la necesidad de encontrar métodos de propulsión alternativas, dejando de lado la completa dependencia de combustibles fósiles.

Este mismo año, en 1973, Volkswagen presentó el Volkswagen Taxi que funcionaba tanto con gasolina como con un motor eléctrico, alternandolos o de manera simultánea, logrando los niveles de eficiencia más altos hasta la fecha.

En paralelo, también durante el 1973, Victor Wouk, uno de los padres de este tipo de tecnología, desarrollaba sobre un 1972 Buick Skylark, un prototipo de coche híbrido el cual incorporaba al motor normal, un motor eléctrico de 20 CV.

Todo parecía indicar que este podría ser el primer coche híbrido que llegaría al gran público, pero un alto dirigente de la Enviromental Protection Agency (EPA), Eric Stork, cerró el proyecto asegurando que la tecnología híbrida no era práctica.

Tras asentar estas primeras bases sobre los coches híbridos, todas las marcas se embarcaron en una carrera industrial y fueron apareciendo cada vez más modelos, con tecnologías más eficientes.

 

Tipos de coches híbridos

 

Principalmente existen tres tipos de coches híbridos, cada uno de ellos con serie de características específicas y que utilizan ambos motores de maneras diferentes.

 

Híbridos en paralelo

 

El motor eléctrico y el motor convencional funcionan simultáneamente, transmitiendo toda la potencia a las ruedas.

Son conocidos como semi-híbridos y si bien es cierto que pueden llegar a ser más eficientes que un coche convencional, no es el modelo de coche híbrido más óptimo.

Este diseño permite una mayor eficiencia en comparación con un coche convencional, ya que el motor eléctrico puede ayudar al motor de combustión interna durante la aceleración y en situaciones de mayor demanda de energía. Sin embargo, este tipo de híbridos tienden a depender más del motor de combustión interna y ofrecen menos eficiencia que otros tipos de híbridos.

 

Híbridos en serie

 

En este tipo de híbridos, el motor convencional no envía fuerza motriz a las ruedas, su objetivo es generar electricidad para propulsar el vehículo. 

Cuando las baterías están totalmente cargadas, el motor convencional se desconecta.

El motor de combustión interna actúa como un generador y se enciende sólo cuando las baterías del coche están agotadas o cuando se necesita una potencia adicional. Esta configuración permite una mayor flexibilidad en términos de cómo se utiliza la energía, ya que el motor de combustión interna puede funcionar en su punto de eficiencia óptima en todo momento. Los híbridos en serie tienden a ser más eficientes en términos de consumo de combustible en comparación con los híbridos en paralelo.

 

Híbridos combinados

 

El coche funciona bajo el impulso de cualquiera de sus dos motores, ambos tienen conexión mecánica con las ruedas alternando de manera automática ambos motores, tiene como fin lograr la máxima eficiencia.

Son los conocidos como full-hybrid y son la solución más eficiente en comparación.

Una de las principales ventajas de los híbridos combinados es su mayor eficiencia en comparación con otros tipos de vehículos híbridos. Debido a que el motor eléctrico y el motor de combustión interna pueden alternarse y trabajar en conjunto de manera automática, el sistema puede adaptarse de forma dinámica a las condiciones de conducción para maximizar el ahorro de combustible. Esto se traduce en una reducción en el consumo de combustible y las emisiones de gases contaminantes, lo que contribuye a la protección del medio ambiente.

Además de la eficiencia de combustible, los híbridos combinados también ofrecen otras ventajas, como una menor dependencia del motor de combustión interna, lo que reduce el desgaste y prolonga la vida útil del motor. También pueden aprovechar la energía generada durante el frenado y la desaceleración, mediante un sistema de frenado regenerativo, para recargar la batería y aumentar aún más la eficiencia del vehículo.

 

Híbridos autorrecargables vs Híbridos Enchufables (PHEV)

 

 Dentro de la tipología de los coches híbridos encontramos dos métodos distintos, haremos una comparativa entre coches híbridos y coches híbridos enchufables (PHEV)

 

Coches híbridos autorrecargables

 

Son los coches híbridos clásicos, los que surgieron hace ya 40 años. 

Además del motor convencional, cuentan con una batería de alta tensión que almacena energía cuando el vehículo frena y es capaz de moverlo mediante este motor eléctrico.

Generalmente este tipo de coche utiliza el motor eléctrico para realizar maniobras o al empezar a rodar, momentos en los que el coche consume mayor cantidad de combustible.

Al reciclar la energía durante la frenada, este tipo de híbridos hacen que se rentabilice mucho más el consumo de combustible, convirtiéndolo en energía eléctrica.

Este tipo de coches cuentan con la etiqueta ECO y son especialmente eficientes en la ciudad.

La capacidad de autorrecargarse a través del sistema de frenado regenerativo es una de las características clave de estos coches híbridos. Durante la frenada, el motor eléctrico funciona en modo generador, convirtiendo la energía cinética del vehículo en energía eléctrica que se almacena en la batería. Esta energía puede ser utilizada posteriormente para alimentar el motor eléctrico y reducir la carga del motor de combustión interna.

Los coches híbridos autorrecargables suelen ser especialmente eficientes en entornos urbanos y en situaciones de tráfico lento o congestión, ya que aprovechan al máximo la energía generada durante la frenada y pueden funcionar en modo eléctrico puro a bajas velocidades. Esto les permite reducir significativamente el consumo de combustible y las emisiones contaminantes en este tipo de condiciones.

Además de su eficiencia energética, estos coches suelen recibir la etiqueta ECO en muchos países, lo que les otorga ciertos beneficios en términos de restricciones de circulación y estacionamiento, así como ventajas fiscales.

 

Coches híbridos enchufables (PHEV)

 

Los coches híbridos enchufables (PHEV, por sus siglas en inglés) son una opción cada vez más popular en el mercado automovilístico.

La batería de este tipo de coches híbridos es 10 veces más grande que el de uno autorrecargable. Gracias a esto, se pueden añadir motores eléctricos mucho más potentes.

Estos motores eléctricos, al ser mucho más grandes, no pueden autorrecargarse solo mediante las frenadas, necesitan un enchufe para poder cargarlos al máximo.

Con estos motores eléctricos tan potentes, pueden circular varios kilometros sin necesidad de depender de los motores convencionales, normalmente con una autonomía de más de 40 km, obteniendo la etiqueta Cero de la DGT.

En este caso, es como si tuviéramos un coche híbrido y uno eléctrico al mismo tiempo, y aunque son más caros que otro tipo de híbridos, disfrutan de una serie de ventajas que pueden hacernos ahorrar a la larga, rebajas en aparcamientos, acceso a zonas restringidas y en algunas provincias los peajes son gratis.

 

Conclusión

 

Los coches híbridos llevan cerca de 50 años entre nosotros y no paran de evolucionar, cada vez son más eficientes y menos contaminantes y se augura un futuro redondo para este tipo de vehículos, gracias a las ayudas y subvenciones que ofrece el Estado.

Pueden ser una excelente opción de compra si queremos desplazarnos de manera sostenible y ahorrar algo de dinero en combustible.

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