Todo sobre el mítico motor rotativo

El motor rotativo, también conocido como motor Wankel, representa una fascinante pieza de ingeniería en la historia del automovilismo que creó Félix Wankel en el año 1957, aunque no fue hasta mediados de los 70 que se hizo más famoso debido a su incorporación uno de los deportivos japoneses más conocidos, el Mazda RX-7. 

El motor rotativo es un tipo de motor de combustión interna que se distingue por su diseño único y su mecanismo de funcionamiento con una construcción que incluye un estator fijo de forma casi elíptica y un rotor triangular que gira dentro del estator​​.

Mecanismo de funcionamiento del motor rotativo

El motor rotativo, en lugar de los pistones convencionales, utiliza un rotor triangular que gira en una cámara elíptica. 

El rotor, cuyos vértices mantienen contacto constante con las paredes de la cámara, realiza las cuatro fases del ciclo de combustión: admisión, compresión, combustión y escape; durante la fase de admisión, el aire y el combustible son aspirados hacia la cámara, donde luego son comprimidos por el rotor. 

Acto seguido, la mezcla comprimida se enciende, generando la explosión que impulsa el rotor, movimiento rotativo que se convierte en energía mecánica, moviendo de esta forma el vehículo. 

El diseño compacto del motor rotativo permite altas revoluciones y una entrega de potencia suave, aunque su eficiencia en cuanto a consumo de combustible y emisiones puede ser menor comparada con los motores de pistón tradicionales​.

El interior de un motor rotativo
Motor rotativo

Características únicas del motor rotativo

Debido a su menor número de piezas móviles, el motor rotativo es generalmente más simple y puede ser más fiable en ciertas condiciones. Sin embargo, enfrenta desafíos como un mayor consumo de combustible y aceite, así como una mayor emisión de gases en comparación con los motores convencionales de diésel o gasolina

Estas características hacen que el motor rotativo sea una opción interesante y especializada, particularmente para los apasionados del motor que conocen bien este tipo de motor.

Ejemplos de Vehículos con Motor Rotativo

La historia de la automoción ha tenido varios vehículos que han contado con el motor rotativo, pero algunos de los más importantes que a día de hoy se ven como auténticas joyas son:

Mazda Cosmo Sport

El Mazda Cosmo Sport es un icónico vehículo equipado con motor rotativo que marcó un hito en la historia automovilística

Presentado como el primer modelo de producción en serie con esta tecnología, el Cosmo Sport destacó por su propulsor de dos rotores y 980cc, capaz de desarrollar 130 CV. 

Este diseño innovador le permitía alcanzar velocidades de hasta 193 km/h y fue lanzado en un número limitado de 1.176 unidades, todas fabricadas a mano y destinadas principalmente al mercado japonés que han hecho que el Cosmo Sport se haya convertido en un coche muy valorado, simbolizando la audacia y la innovación de Mazda en el uso del motor rotativo.

El Mazda Cosmo es uno de los coches que lleva motor rotativo
Motor Rotativo: Mazda Cosmo

Mercedes-Benz C111

El Mercedes-Benz C111 es un ejemplo notable de innovación que destacó por su experimentación con el motor rotativo y aunque Mercedes no es ampliamente conocido por el uso de esta tecnología, el C111 fue una excepción significativa. 

El primer modelo, lanzado en 1969, estaba equipado con un motor rotativo de tres rotores de 280 CV pero una versión posterior contaba con un motor de cuatro rotores y 370 CV. Este modelo experimental llamaba la atención por su diseño distintivo, que incluía una figura afilada, baja altura y puertas en formato de alas de gaviota, logrando velocidades cercanas a los 300 km/h.

El Mercedes C111 es uno de los coches que llevó motor rotativo
Motor Rotativo: Mercedes-Benz C111

Mazda 787B

El Mazda 787B es una leyenda en la historia del automovilismo que se distingue por ser el único coche con motor rotativo en ganar las 24 Horas de Le Mans; un hito que logró en 1991, gracias a su impresionante motor Wankel de cuatro rotores, que generaba 700 CV de potencia y 608 Nm de par. 

El Mazda 787B combinaba esta potencia con una caja de cambios de cinco velocidades, originaria de Porsche y su victoria en Le Mans no sólo fue un triunfo para Mazda, sino también un reconocimiento significativo para la tecnología del motor rotativo en el mundo del motorsport.

Motor Rotativo en un Mazda 787B
Motor Rotativo: Mazda 787B

Aerovette

El Aerovette fue un prototipo fascinante de Chevrolet que representó una desviación notable de los típicos deportivos estadounidenses al experimentar con un motor rotativo. 

Fue concebido como el potencial sucesor del Corvette C3 y destacó por su bloque de cuatro rotores y 425 CV de potencia para un peso de apenas 1.180 kilos y aunque prometía ser una revolución, el Aerovette nunca llegó a producción debido a la crisis del petróleo de 1973, que elevó los costes del combustible y afectó a la viabilidad de los motores rotativos en ese momento.

Mazda RX-7

El Mazda RX-7 es un emblemático deportivo japonés que destacó por su motor rotativo, una característica distintiva que lo diferenciaba en el mundo automovilístico de los años 90. 

Este modelo fue reconocido no sólo por sus prestaciones sino también por su diseño innovador, que incluía un motor rotativo Wankel ligero y pequeño, ubicado estratégicamente detrás del eje delantero para un mejor balance de peso​​. 

A pesar de no contar con la tecnología de construcción avanzada o electrónica esperada en un deportivo de su época, el Mazda RX-7 compensaba estas carencias con un rendimiento excepcional a altas revoluciones, gracias a ese motor rotativo de 1,1 litros tipo Wankel con 101 HP, cifra que aumentaba hasta 160 HP con la incorporación de un turboalimentador y un peso de 1130 kilogramos​​​​. 

Su diseño y rendimiento le valieron al RX-7 un éxito notable, convirtiéndose en el primer automóvil deportivo con motor rotativo producido en masa y el más vendido de su clase​.

El mítico Mazda RX7 en su versión FC con motor rotativo
Motor Rotativo: Mazda RX-7