Los mejores BMW clásicos jamás fabricados

La marca alemana BMW es una de las grandes firmas del mundo de la automoción con auténticas obras de ingeniería con tecnologías adelantadas a su tiempo e incluso obras de arte con ruedas gracias a sus múltiples colaboraciones con artistas contemporáneos que han dado vida a sus cuadros usando la carrocería del coche como lienzo.

La marca bávara nació en el año 1916 aunque no se la denominó BMW hasta 1922 y fue una compañía que fabricaba motores de avión entre los años 1917 y 1918 y posteriormente entre 1933 y 1945; y cuya primera moto - BMW R32 - vió la luz en el año 1923 y su primer automóvil - BMW 3/15 - en 1928.

Tras estas etapas, la marca alemana comenzó la fabricación en serie de nuevos modelos así como tener a su cargo diversas marcas como Mini y Rolls-Royce y se mantiene a día de hoy como una de las marcas de coches premium más importantes del mundo. 

Ya os hemos hablado de uno de los modelos BMW clásicos más icónicos, el BMW M3 y su historia a través de todas las generaciones, pero esta marca ha creado modelos muy icónicos tras una trayectoria de 100 años que vamos a mostraros a continuación.

BMW Isetta

Nació en el año 1953 de la mano del mítico fabricante ISO y se fabricó bajo licencia en otros muchos países con distinto nombre pero con algo en común todos ellos, su minúsculo tamaño y las características que tenía que le hacían ser un modelo único que ha día de hoy se ha visto reinterpretado y convertido a eléctrico bajo el nombre de Microlino.

En el año 1955 BMW comenzó a fabricar el BMW Isetta, un coche con un tamaño de poco más de 2 metros de largo, una anchura de menos de metro y medio y una altura de 1 metro 34 centímetros, una de las carrocerías más pequeñas que se ha visto en un automóvil y  que se convirtió en el primer coche de producción en masa en conseguir hacer un consumo de apenas 3 litros a los 100 gracias a un motor de tan sólo 1 cilindro y 12 CV de potencia, con un diseño exterior que mantenía la esencia que ISO le quiso dar a este microcoche.

El diseño del BMW Isetta tenía forma de burbuja, con una única puerta de acceso al interior en la parte frontal y la disposición de las ruedas delanteras más separadas que las traseras, asemejándose a un triciclo.

En 1962, BMW decidió cesar la producción del BMW Isetta con un total de 161.728 unidades vendidas a lo largo de todo el mundo.

BMW Isetta, el modelo más pequeño jamás fabricado por BMW. En la foto, detallado a modo de coche de asistencia de bomberos
BMW Isetta

BMW 507

Se trata de uno de los BMW descapotables más famosos del mundo gracias a la cantidad de famosas leyendas que tuvieron este modelo como Elvis Presley, cuyo BMW 507 se encontró abandonado en un granero y el propio artista decidió pintarlo rojo por la cantidad de mensajes y marcas de pintalabios que las fans le dejaban en la carrocería; Bernie Ecclestone, que subastó su modelo por casi un millón de dólares en 2007; o John Derek que tuvo dos BMW 507, el suyo propio y el que Elvis le regaló a su esposa.

Se trataba de un modelo descapotable con techo de lona o una capota rígida desmontable; con un largo capó y una estética general muy elegante, equipado con un motor V8 de 150 CV gracias al cual alcanzaba una velocidad máxima de casi 200 kilómetros por hora.

Desde 1956 hasta 1959 se fabricaron únicamente 252 unidades del BMW 507, a las que se le sumaban dos prototipos, por lo que rara vez sale uno a la venta y, cuando lo hace, el precio al que se vende sobrepasa los 2 millones de dólares.

BMW 507, en el clásico color gris en el que se vendía
BMW 507

BMW M1

Este modelo se suele confundir habitualmente con la variante moderna y deportiva del BMW Serie 1, el BMW 1M. 

En este caso, el BMW M1 fue el primer BMW M de la historia en llevar esta nomenclatura y se trataba de un deportivo coupé de dos puertas biplaza, con el motor situado en la parte central, justo detrás de los asientos y con un diseño muy llamativo y aerodinámico.

Como otros coches de la época como el Lancia Stratos, se trataba de un coche de homologación para la variante de carreras pero adaptado a la calle y del que sólo se fabricaron 453 unidades entre los años 1978 y 1981.

El BMW M1 tenía una carrocería de fibra de vidrio diseñada por Giorgetto Giugiaro, quien cogió inspiración en el Concept Car BMW Turbo de 1970 del cual se quedó con el color anaranjado que venía de serie en el BMW M1 y los faros escamoteables, entre otros elementos.

El motor del BMW M1 era un 6 cilindros en línea de 3,2 litros diseñado íntegramente por el departamento M de la marca, con una potencia de 273 CV y una velocidad máxima de 265 km/h; cifras que se veían incrementadas en la variante de competición, el BMW M1 Procar, que contaba con 477 CV para un peso de apenas 1.000 kilogramos y una velocidad máxima de 311 km/h.

BMW M1, en este caso la variante de carreras Procar
BMW M1

BMW Z1

Otro de los mejores coches BMW y más curiosos, es el BMW Z1, que se trataba del primer modelo de la serie Z de BMW cuya característica principal es ser un modelo deportivo principalmente descapotable - aunque también se han hecho variantes coupés de los más modernos -.

Con 8.000 unidades fabricadas entre 1989 y 1991, no es uno de los modelos más escasos pero si tiene uno de los detalles más únicos que se han hecho en la historia del automóvil, la forma de apertura de sus puertas que, al accionar el botón, se deslizan verticalmente hacia abajo hasta quedar ocultas tras la carrocería.

Gracias al diseño que tenía para esconder las puertas, ofrecía una protección en caso de accidente independiente, por lo que el BMW Z1 se podía conducir perfectamente con las puertas subidas o bajadas; pero además su carrocería contaba con otras innovaciones, como los paneles de la carrocería hechos de plástico desmontables o un arco antivuelco integrado en el marco del parabrisas.

Su motorización era un 6 en línea procedente del BMW 325i E30, por lo que se trataba de un 2,5 litros de 168 CV.

BMW Z1 con las puertas escondidas tras la carrocería
BMW Z1

BMW Z8

Se trata quizás del modelo más famoso de BMW por su aparición en la película de 007: El Mundo nunca es Suficiente, de 1999 y fue el último coche de la marca en salir en la franquicia de James Bond antes de la llegada de Aston Martin.

El desarrollo del BMW Z8 comenzó en el año 1993 y no fue hasta 1998 que se presentó oficialmente a modo de evocar el mítico BMW 507, con un diseño muy peculiar y atípico creado por Henrik Fisker, fundador de la marca de coches Fisker Automotive.

El BMW Z8 contaba con una carrocería de aluminio descapotable con techo de lona o la opción de un techo duro desmontable y biplaza que equipaba el mismo motor V8 que el BMW M5 E39, con una potencia de 395 CV con la que conseguía una aceleración de 0 a 100 en apenas 4,2 segundos y una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h.

El chasis del Z8 se fabricaba en la planta de Dingolfing y el coche se terminaba a mano en Múnich de donde salieron un total de 5.703 Z8, de los cuales 3.160 eran para el mercado mundial y 2.543 para el norteamericano.

BMW Z8, el modelo más conocido por su aparición en la película 007: El mundo nunca es suficiente
BMW Z8